LHDG. CAPÍTULO 46.

CAPÍTULO 46. CENA.

Andamos hasta llegar a un restaurante que estaba cerca de la playa. Nos sentamos y a los pocos minutos llegó un camarero.
- ¿Qué van a beber?
- 2 coca-colas. ¿No?
- Si.- Le dije a Dani.
- Vale. Aqui teneis la carta.
Después de pedir la bebida el camarero se fué.
Cogí una carta y empezé a mirar lo que había de comer.
- ¿Qué te vas a coger?- Pregunté a Dani.
- Pescado, ¿y tú?
- Igual.
No paraba de mirar a Dani, era PERFECTO, nadie me habría hecho tantas sorpresas como me las hacía él, ni siquiera Javi.
A los minutos volvió el camarero con nuestras coca-colas.
- ¿Qué van querer para cenar?
- Pescado.
- Vale.
Al irse el camarero empezamos a hablar de lo que le diría a Javi al dia siguiente al verle.
- ¿Qué le vas a decir?
- La verdad, que te quiero solo a ti.
- ¿Qué crees que te va a decir?
- Me va a dejar de hablar, pero me da igual.

Me cogió de la mano y empezó a jugar con mis dedos. No dejaba de mirarle, no podía dejar de pensar que al día siguiente no le volvería a volver hasta agosto .. A los 30 minutos llegó el camarero con nuestra cena.
Tardamos otra media hora en cenar. Al acabar Dani llamó al camarero.
- ¿Qué vas a querer de postre?- Me preguntó Dani.
- Helado de fresa.
- Vale. 1 helado de fresa y 1 helado de vainilla.
- Pero de cono.- Dije a Dani.
Al traernos el helado Dani sacó su cartera.
- No.
- No que.
- Que no voy a dejar que pagues tú.
- No puedes impedirmelo.
- Si puedo.
- Dejame por favor.
- ¿Hay algo qué te haga cambiar de idea?
- Mmmmm, ¡no!
- Entonces vale. ¡Pero que sepas que te la tengo guardada!
Al pagar salimos del restaurante y nos dirigimos a la playa. Nos sentamos cerca de la orilla, podía sentir la arena húmeda que tocaban mis pies. Nos sentamos y apollé mi cabeza sobre su hombro.