LHDG. CAPÍTULO 33

CAPÍTULO 33. EN LA PISCINA.

Salimos del agua y nos tumbamos en las toallas. Me volví ha hechar crema.
- Dani, ¿me haces un favor?
- Si, claro, dime.
- ¿Me puedes hechar crema en las espalda?
- Vale.
Empezó a restregarme la crema, notaba sus manos frías y mojadas. Me encantaba sentir esa sensación de tener sus manos cerca mia.
- Ya está.
- Gracias. Voy a tomar un poco el sol, ¿vale? Si me dices algo avisame que tengo los cascos puestos.
- Vale.
Estuve media hora tomando el sol hasta que me llamó Dani.
- Glo, ¿nos vamos a la piscina?
- Vale.Recogimos todas las cosas y nos fuimos.
- ¿Dónde estarán Lau y Pablo?
- Nose ..
- ¿Llamo a Lau?
- Dejalos, querrán estar solos.
- Vale Danito.
- Que loca ..
- Habló aquí el soso.
- ¿Soso? ¿Quieres que te recuerde que vamos a la piscina? ¿Y quieres que te recuerde lo que te paso el año pasado?
- No, Dani no por favor, aguadillas no.
- Bueno .. me lo pensaré.
- No Danito, por favor te lo pido. ¡Qué luego me quedo sin aire!
- Pues nada .. Una menos ..
- ¡Me parece muy fuerte! ¿¡Qué harías tú sin mi!?
- ¡Cuánta razón!
- Que tontorrón.
Llegamos a la piscina, dejamos todo en los bancos que había. Me fuí derecha a las duchas para mojarme un poco. Al acabar me tiré de cabeza a la piscina. Al sacar mi cabeza de debajo del agua busqué a Dani. No le veía por ningún lado. Noté que alguien me tocaba el hombro, me giré y allí estaba, mirandome con sus enormes ojos fijos.
- ¡Qué viene el tiburón!
- No Dani, no.
Nade lo más rápido que pude, pero el me cogió y me llevó hasta su cuerpo. Estaba demasiado cerca de él, los dos nos mirabamos, sin decir nada. Me agarré a su cuello y le besé, no quería hacerlo pero las ganas me recorrían todo el cuerpo. Fué un beso largo e intenso, parecido al primer beso que nos habíamos dado. Me separé de él, le volví a mirar sus preciosos ojos que me miraban y le abrazé.
- Lo siento ..- Le susurré al oído.
Él me tenía agarrada de mi cintura
- ¿Sentirlo por qué?- Me contestó susurrando de la misma forma.
- Nose ..- Le volví a susurrar.
Después de terminar nuestra pequeña conversación le volví a mirar.
Entonces me posé en su espalda y lo único que le dije fué:
- ¡Carrera de caballos!
Me cogió en sus hombros y empezó a andar por la piscina, hasta llegar a la zona onda. Entonces en ese momento pasó algo que no hubiese querido que pasase ..