LHDG. CAPÍTULO 32.

CAPÍTULO 32. MAÑANA EN LA PLAYA.

- Ven un momento.
- Haber dime, Pablo.
- Me está empezando a gustar Lau ..
- ¿¡Enserio?!
- Si ..
- ¡Eso es genial!
- ¿Por?
- Mira te voy a ser sincera .. A Lau tambien le gustas un poco ..
- ¿¡Enserio!?
- Si .. Asique, ¡aprovecha!
- Lo haré, gracias Glo.
- Mira vete ahora con ella y hablais, ¿vale?
- Vale.
Volvimos otra vez con Dani y Lau que se habían sentado en un banco.
- Dani ven un momento.- Le dije para intentar que se quedasen solos Lau y Pablo.
- Dime.
- Haber, tenemos que tratar de juntar a Lau y Pablo, ¿vale?
- Vale.
- Esque mira, Lau está por Pablo y Pablo está por Lau.
- Vale, jaja. ¿Entonces les dejamos ahora solos?
- Si. ¡Vamos a la playa que me apetece bañarme!
- Venga vamos.

Al llegar a la playa dejamos las toallas y la ropa en la arena y nos fuimos corriendo al agua
.- Brrr .. Está fría.
- Que quejica que eres Glo.
- ¿No está fría?
- No.
- ¿A no?
- No.
Entonces cogí agua y le mojé entero.
- ¿Acabas de hacer lo que me has hecho?
- No, solo era un anuncio .. Ja ja.
- ¡Te vas a enterar!
Entonces el cogí más agua en sus enormes manos y me lo tiró.
Empezé a perseguirle intentando tirarle agua para que se mojase más que yo, pero era imposible, el siempre me ganaba en todo.
- Para ya Dani, por favor.
- No, no lo haré.
- Te lo estoy pidiendo por favor.
- Me da igual.
Entonces me cogió y me puso sobre su hombro derecho mientras que él me sujetaba de las piernas y mi cabeza se posaba en su enorme espalda.
- ¡Dani! ¡Para ya!
- No.
- ¡Dani!
Yo no paraba de gritar y mientras la gente me miraba.
- ¡Dani! ¡Dani!
Le empezé a dar en la espalda, no muy fuerte pero le daba.
- ¿Quieres que te suelte?
- ¡Si!
- ¿Segura?
- ¡Segurisima!
- Entonces lo haré.
Intentó tirarme de boca.
- ¡No! ¡No quiero que me sueltes!
- A bueno, eso es otra cosa.
- Haber, ¿qué quieres que haga para que me sueltes?
- Dame un beso.
- ¿¡Dónde?!
- ¡En la mejilla!
- Vale.
Me dejo en el suelo y le di un beso.
- ¡Eres una mala persona!
- No me quedaba otra opción, me estabas tirando agua.
- ¡Malo!
- ¿Te has enfadado?- Me dijo con voz de niño pequeño.
- Zi.- Le contesté imitando su voz.
- Lo siento.
Y me dió un beso en mi pelo mojado